Vale la pena leer a Jovellanos, este patriota ejemplar, en Gijón y en toda España. La figura de mayor limpieza, rectitud moral y mérito. Don Gaspar Melchor (y Baltasar) es el ejemplo perfecto del ilustrado español, situado en el punto medio: ni absolutista ni revolucionario. Por ello, recibió palos de todas partes. El maravilloso retrato que pintó Goya – y glosó Azorín - es uno de los mejores símbolos de nuestra Ilustración.
El pobre hombre sigue recibiendo palos hoy en día: son de obligada lectura en los colegios asturianos sus Cartas del viaje de Asturias, que, como todas las lecturas obligatorias, es el medio más efectivo para cargarle la fama de plomizo.
Jovellanos es, para la juventud asturiana, el pesado viajero ilustrado. Una pena.
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En Sevilla fue alcalde del crimen y se reunía en el Alcázar con Pablo de Olavide. No lo debió pasar nada mal en Sevilla.
El pobre hombre sigue recibiendo palos hoy en día: son de obligada lectura en los colegios asturianos sus Cartas del viaje de Asturias, que, como todas las lecturas obligatorias, es el medio más efectivo para cargarle la fama de plomizo.
Jovellanos es, para la juventud asturiana, el pesado viajero ilustrado. Una pena.