Jack Cator de 26 años, acaba de vender su empresa de internet Hide My Ass (Esconde mi trasero) por US$60 millones y todo partió de una idea que tuvo cuando estaba cursando los últimos años de bachillerato. Cator estaba cansado de que su escuela en la ciudad británica de Norfolk hubiera instalado programas en los computadores que bloqueaban el acceso a internet, para evitar que los estudiantes pudieran bajar canciones y jugar en línea.
Pues a través de esta plataforma un par de mis clientes han sufrido fraude electrónico con tarjetas de crédito robadas en EEUU y Canadá.
Como siempre todo tiene su lado claro (saltarse censuras) y su lado oscuro (ofuscar tu ip si vas a usar una tarjeta robada).
En realidad es una especie de cliente VPN que te encamina hasta un router de salida.
En el caso anterior las conexiones parecían provenir de Alicante... y los chorizos eran de Sevilla.
Cada cual que saque sus conclusiones.
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Pues a través de esta plataforma un par de mis clientes han sufrido fraude electrónico con tarjetas de crédito robadas en EEUU y Canadá.
Como siempre todo tiene su lado claro (saltarse censuras) y su lado oscuro (ofuscar tu ip si vas a usar una tarjeta robada).
En realidad es una especie de cliente VPN que te encamina hasta un router de salida.
En el caso anterior las conexiones parecían provenir de Alicante... y los chorizos eran de Sevilla.
Cada cual que saque sus conclusiones.