Hace 10 años | Por Layn a eldiario.es
Publicado hace 10 años por Layn a eldiario.es

La juez alude a que determinados informes y atestados aún por recibir y la "extraordinaria" interrelación entre las piezas no hacen conveniente desmembrar "por ahora" la causa ante hipotéticos "fallos contradictorios".

Comentarios

G

Hay algunos que están cansados solo de verla como trabaja. Es una especie en peligro de extencion esta juez.

shem

#1 Pues a mi, con todo el aprecio a Alaya por estar poniéndole todo el empeño para sacar la verdad de esto y llegar hasta los últimos responsables de los ERE's, entendiendo por estos no solo los que se lucraron, sino también los que lo permitieron, a veces me da la sensación que actúa movida por razones puramente personales y por ser el centro de atención, mas que por cuestiones legales y el beneficio del proceso.

Ps. ¡Oh, sorpresa! Noticia sobre el caso de los ERE acompañada de foto de cuerpo entero de Alaya.

reemax

#2 Mientras no termine cargándose el caso ella solita por algún exceso, por mí como si quiere salir en la Interviu. Me da igual incluso que trabaje en periodo pre-electoral y descanse entre elecciones. A corrupto entrullado no le mires el diente.

Lo único malo que puede pasar, o que prescriba por lo que está tardando, o que termine cargándose su propio caso por alguna mala decisión y se queden todos de rositas. Porque entonces habría que preguntarse si estaba instruyendo para condicionar elecciones o con el ánimo de hacer justicia.

L

#3 A mi es que me enerva el hecho de que un delito que está siendo juzgado pueda prescribir. El plazo de prescripción del delito debería ponerse en suspenso en el instante en el que comienza la instrucción.

No puede ser que si un caso necesita tiempo, deba ser quitado de encima deprisa y corriendo o que, en su defecto, una vez la investigación acabe ya no quede delito por el que ser juzgado por que "ahh.. es que ha prescrito jijiji".

N

Alaya, primero "dama de hierro" luego "jueza de porcelana", se aferra a su instrucción del caso EREs, es suya o de nadie, parece decirnos. Y no es que este contra el aforamiento que tanto gusta a Gallardón, que va lo que rechaza es perder este trocito de cielo judicial que le a tocado en suerte, se niega a abandonar el nirvana que le produce levitar sobre la judicatura sintiéndose como una princesa de cuento. Lo malo será que sentir tanta felicidad haga que su instrucción del caso pase a un segundo plano y ya solo le motive los aplausos de su club de fans.
http://jomblanco.blogspot.com.es/2014/04/jueces-estupendos.html