El magistrado Ricardo Lewandowski, del TS de Brasil, anuló este miércoles la última acción penal que había en la Justicia contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, debido a lo que calificó de «graves vicios procesales». Ya habían caído por tierra una decena de causas en las que Lula figuraba como acusado, incluidas las dos en las que había sido declarado culpable y condenado a prisión, en la que llegó a pasar 580 días. Casi todos los procesos había sido dirigidos por el entonces juez Sergio Moro, pero fueron anulados por el TS.
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Pero nadie parece escandalizarse, ninguna ONG de esas que cuidan de la pureza de la democracia se manifiesta, ninguna Organización de Estados de los Alrededores se pronuncia cuando se encarcela a un presidente ilegítimamente.
Si Lula hubiese llevado una Biblia al parlamento, o usado al ejército para impedir el acceso a la oposición el mundo libre se habría indignado.
No queda la menor duda que la única forma de que Iberoamérica despegue es que o se unan absolutamente todos en bloque contra los EEUU o que algunos países consigan armas nucleares para mantener a los yanquis y sus intereses alejados de Tejas para abajo.
Casi 600 días en la cárcel e incapacitado para presentarse tras un juicio con unas pruebas de mierda que no había por dónde cogerlas.