Hace 4 meses | Por Elnuberu a lavozdeasturias.es
Publicado hace 4 meses por Elnuberu a lavozdeasturias.es

El pasado fin de semana, el árbitro de fútbol sala Carlos Manuel González-Posada sufrió una grave agresión durante el partido entre el Marina de As Figueiras y el Arenas de Manzaneda B, de la Segunda Asturfutsal, que le produjo una rotura de cadera. El colegiado decidió expulsar a un integrante del equipo ovetense, a lo que el jugador H. B. reaccionaría con un empujón que provocó al árbitro un fuerte golpe contra el suelo, con tan mala fortuna que se rompería la cadera en la caída.

Comentarios

Ka1900

Si cualquier tipo de agresión dolosa se castigase con la expulsión de la federación de fútbol a perpetuidad, quizás cambiarán las cosas en este deporte.