Publicado hace 7 años por Ratoncolorao a lacronicadelpajarito.es

La época que nos toca vivir en Murcia da lugar a múltiples paradojas, que bien pudieran ser producto del carácter barroco, fronterizo y frutal . La fiesta, en Murcia, no es recogimiento ni capítulo de broma: es un ritual prolongado que empalma dos semanas de dolorosas, cristos y santos de palo policromado.Por eso no nos extraña la imagen que Carlos Trenor captó esta semana junto a las colas del comedor de Jesús Abandonado: cuando los necesitados ingirieron la sopa caliente, los nazarenos bien alimentados seguían allí, disfrazados de penitentes.

Comentarios

zebranegra

Es que un santo de palo merece mucho esfuerzo y respeto, un sin techo ni se ve ni se nota.