La retórica laborista puede que sea más suave que la de los tories, pero su posición básica está limitada por el mismo imperativo: el beneficio está antes que todo lo demás. ¿Se puede recuperar el Partido Laborista? ¿O rehacerlo de nuevo para que represente los intereses populares? La historia sugiere que no se puede.
Cada día en una sociedad más formada y mejor informada se abre paso la idea de que nada podemos esperar de un sistema político en el que los ciudadanos cedemos nuestra soberanía a un grupo de partidos políticos que emplean toda su energía en sus luchas particulares y que consideran los intereses ciudadanos supeditados a su interés de partido. Lo importante para ellos es conseguir el poder e imponer sus doctrinas a toda la sociedad. Debemos avanzar en la consecución de una democracia directa en la que los ciudadanos tengamos realmente el poder y en la que no cedamos soberanía ningún polígtico.
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Podría valer perfectamente para España y el PSOE. Es la misma problemática que aquí con el partido que dice ser de izquierdas.
Cada día en una sociedad más formada y mejor informada se abre paso la idea de que nada podemos esperar de un sistema político en el que los ciudadanos cedemos nuestra soberanía a un grupo de partidos políticos que emplean toda su energía en sus luchas particulares y que consideran los intereses ciudadanos supeditados a su interés de partido. Lo importante para ellos es conseguir el poder e imponer sus doctrinas a toda la sociedad. Debemos avanzar en la consecución de una democracia directa en la que los ciudadanos tengamos realmente el poder y en la que no cedamos soberanía ningún polígtico.