Aunque aclaró que no hay datos que indiquen que la temperatura o la humedad influyan en la propagación de la COVID-19, sí incrementan las infecciones respiratorias, como la gripe y la neumonía, por lo que la vacunación temprana "es más crucial que nunca". Este escenario de riesgo ha generado la alerta entre los especialistas, cuando Latinoamérica ya ha superado 1,5 millones de casos detectados del coronavirus y se apresta a recibir, el próximo 21 de junio, la temporada de invierno en el hemisferio sur
Comentarios
La Gran Psicosis que nos espera en otoño e invierno de 2020-21.
Esto creo que se está pre-evaluando muy poco por las autoridades sanitarias, o al menos poco lo he visto yo. ¿Qué va a ocurrir este otoño cuando los resfriados y la gripe reaparezcan?
En febrero y marzo de 2020 se nos dijo que ante síntomas respiratorios no acudiéramos a urgencias y llamásemos en su lugar a nuestro médico de cabecera o a urgencias, donde desde un teléfono especializado se nos atendería y nos harían seguimiento; solo en caso de agravamiento de los síntomas acudir al hospital. Lo de los tests ya para los hospitalizados.
Pero ahora la situación es diferente. Ahora ya sabemos la capacidad que tiene el virus de aniquilarnos. Mucha gente, pues, va a estar completamente aterrorizada aunque en realidad tenga un resfrío, y la angustia en casa no va a ser tan llevadera. Esto puede muy bien traducirse en mucha más gente acudiendo al médico (la que antes no iba por saber con bastante seguridad que era gripe o resfriado), colapsando las visitas y favoreciendo infecciones nocosomiales de todos los virus, inclusive el coronavirus.
La segunda oleada puede ser peor por culpa de todo esto.
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