Nadie se atreve a bajar la guardia en la ciudad china donde estalló la pandemia y los ciudadanos siguen sometidos a numerosos controles en su vida cotidiana. Los restaurantes solo sirven comida para llevar; cines, teatros, y pabellones deportivos aún no pueden abrir y lugares turísticos, como la emblemática Pagoda de la Grulla Amarilla —símbolo de Wuhan— aún no han “recibido instrucciones para la apertura". La vida normal tardará aún un tiempo en regresar. Y eso, si no hay contratiempos por el camino.
|
etiquetas: wuhan , coronavirus , china