Ante una agresión ilegítima por parte de un tercero toda persona tiene el derecho a la legítima defensa. Es decir cualquier persona que para defenderse de otro le ocasione determinadas lesiones o incluso la muerte no será condenada por ello. O verá reducida su condena en gran medida.
La legítima defensa consiste en que para evitar ser agredido y te veas en una situación de riesgo, actúes para aplastar a tus enemigos, verlos destrozados y oír el lamento de sus mujeres.
Para los ofendidos: la frase es de Conan.
Y más aún, parece ser que es una adaptación de una frase real de Genghis Khan: “Lo mejor de la vida es derrotar a tus enemigos y perseguirles, despojarles de sus riquezas, ver llorar a sus seres queridos, cabalgar sus monturas y pegar tu vientre a sus hijas y sus esposas”
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La legítima defensa consiste en que para evitar ser agredido y te veas en una situación de riesgo, actúes para aplastar a tus enemigos, verlos destrozados y oír el lamento de sus mujeres.
Para los ofendidos: la frase es de Conan.
Y más aún, parece ser que es una adaptación de una frase real de Genghis Khan: “Lo mejor de la vida es derrotar a tus enemigos y perseguirles, despojarles de sus riquezas, ver llorar a sus seres queridos, cabalgar sus monturas y pegar tu vientre a sus hijas y sus esposas”
Menos si eres hombre y te defiendes de una mujer.