Los ataques frontales a la libertad de expresión, con la excusa de la defensa de sensibilidades de colectivos supuestamente oprimidos, nos conducen, irremediablemente, a la necesidad de defender la libertad de expresión a ultranza. Y es que, si la condena ciudadana o la argumentación intelectual se llevasen a cabo por cauces serenos, no haría falta que siguiésemos discutiendo sobre si tenemos derecho a ser malas personas, irreverentes o polémicos.
Comentarios
Creo que ya se posteó en alguna otra noticia, pero por si alguien no lo ha visto, se recomienda:
Hasta sus últimas consecuencias, se ofenda quien se ofenda.
Es la única forma de tener libertad real
La libertad de expresión es la libertad a que te ofendan siempre y cuando no te vulneren los derechos fundamentales con ello
Ocurre que los derechos y libertades (como el de expresión, el derecho al honor) han de ser de las personas y el postmodernismo está consiguiendo conceder derechos a ideologías a colectivos etc. No respetar los derechos fundamentales de las personas que tienen esas ideologías, o de las que conforman el colectivo sino a las ideologías etc en sí mismo y por tanto las personas que formen parte se vean privilegiadas con el privilegio de anular derechos ajenos... Por ejemplo exigir no ser ofendido en la ideología política con la publicidad de otra ideología política