La fórmula tan comúnmente aceptada que define la libertad individual como un espacio que termina donde empieza la libertad de los demás, esconde una gran trampa, un mensaje subliminal que es necesario desmontar. Hablamos nada menos que del tipo de trampa en el que se ha sumergido el mundo de la mano de la demagogia individualista, aquella que considera que cada cual puede alcanzar sus objetivos, en el mejor de los casos, obviando la existencia de los demás o, incluso, gracias a la abierta explotación de otros seres humanos.
Comentarios
"" ... viene a significar que cada uno disfruta de aquel espacio de libertad que es capaz de procurarse o, mejor dicho, de disputarle a los demás. Lo que no es sino una reformulación de la vieja ley de la selva, en plan fino. ""
Este "articulo" no hay por donde cogerlo, va metiendo morcillas a cual más falaz sobre lo que "dice el neoliberalismo" para llegar a una conclusión ridícula y tópica de que es el amor y la bondad y la fraternidad y bla bla bla bla el que debe ser el donante de nuestras libertades.
Una basura anti liberal más llena de ideas huecas y falsas.
#2 «para llegar a una conclusión ridícula y tópica de que es el amor y la bondad y la fraternidad [...] que debe ser el donante de nuestras libertades»
Muy bien, ¿y qué es lo que debe ser el «donante» de nuestras libertades?
#2 Personalmente, cuando leo un artículo que usa un concepto tan difuso y manipulado como "neoliberalismo", lo tiro directamente a la basura.