En Jerusulalén Este, conseguir licencia de las autoridades de Israel para construir legalmente una casa es extremadamente caro (43.200 $). Raramente son concedidas a palestinos y si lo son, muy pocos pueden asumir ese coste (el 80% de los palestinos de Jerusalén Este viven por debajo del umbral de pobreza). Esto les lleva a construir sin licencia. Las autoridades israelíes, en cuanto lo detectan, les dan dos opciones: o derriban las casas ellos mismos o pagar unos 14.000 $ de multa en concepto de "costes de demolición".
Comentarios
Según Richard Falk, Inspector de la ONU para Derechos Humanos en los Terriorios Palestinos Ocupados, las políticas de Israel en Jerusalén tienen "inaceptables características de colonialismo, apartheid y limpieza étnica". Falk acusa a Israel de utilizar procesos burocráticos para echar a las familias palestinas de la ciudad.
#1 Pues como se entere EEUU que esta diciendo eso... otro mes que no cobra!!!
Creo que no es una cuestión de limpieza etnica... sino de solvencia económica.