Con un coche tan icónico como este, no han faltado enamorados del modelo que lo han llevado al extremo. Aquí van algunos de esos locos por el Countach.
Puede que al sentarte en él la puerta toque con tu cabeza, que arranque cuando quiera o que cada vez que lo uses salgas empapado en sudor. Pero es así, como una mujer bellísima y fatal. Y con un coche así, es normal que surjan apasionados que harían cualquier cosa.
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Puede que al sentarte en él la puerta toque con tu cabeza, que arranque cuando quiera o que cada vez que lo uses salgas empapado en sudor. Pero es así, como una mujer bellísima y fatal. Y con un coche así, es normal que surjan apasionados que harían cualquier cosa.
El articulo es bastante malo, pero hay Countach hay meneo.