Cada año se gastan millones de euros en luchar contra el tráfico de personas, pero las cifras no se reducen y la trata ya es el segundo crimen internacional más importante. Durante seis años, Samat Senasuk sacó con sus manos desnudas toneladas de peces atrapados en unas redes que erosionaron poco a poco sus dedos. Las jornadas de hasta 18 horas al día no daban respiro a sus huesos y, al final, dos de sus dedos cedieron ante las afiladas redes y se quebraron. Recibió una paliza por su torpeza y tuvo que seguir trabajando. En alta mar, entre...
Comentarios
Pero yo vivo muy a gusto, coño, y esto será una ficción.
Aún recuerdo, como si estuviera impreso en el cerebro, la película "Tráfico humano", que me hizo llorar porque no me cabe duda de que es así de crudo.
#5 ¿Seguro que no lo sabe?
al final, dos de sus dedos cedieron ante las afiladas redes y se quebraron. Recibió una paliza por su torpeza y tuvo que seguir trabajando
Correcto, así se trata a un esclavo.
#3 Dependerá del dueño. Seguro que habrá dueños que traten con tanta delicadeza que podría pensarse incluso que no son esclavos.
#4 Sí, eso se lo hago a mi esclava. La muy tonta no sabe que es una esclava. Ya verás que risas cuando se lo diga.