Hace 1 año | Por ChanVader a sport.jotdown.es
Publicado hace 1 año por ChanVader a sport.jotdown.es

La cara de aquella maestra que en su día me enseñó a leer estas palabras que ahora escribo se me pierde entre la neblina feliz y lejana de mis recuerdos infantiles. Para mí era una especie de superheroína incapaz de equivocarse en las sumas y restas —¡hasta de dos dígitos!—, que escribía letras con una caligrafía monótona e intachable —¡a bolígrafo!— y que lo hacía incluso en renglones derechos, sin necesidad de poner debajo del papel la trampa permitida de la pauta.