En los últimos años, especialmente en grandes ciudades como Barcelona y Madrid, las agencias inmobiliarias han ido ganando terreno a pasos agigantados. En la capital catalana, por ejemplo, tres de cada cuatro contratos de alquiler están gestionados por intermediarios. Esta profesionalización del mercado se ha vendido como una garantía de transparencia, eficiencia y protección jurídica. Pero los datos muestran todo lo contrario: más intermediarios no han supuesto una mejor experiencia para los inquilinos, sino que la han empeorado.
|
etiquetas: alquiler , inmobiliarias