El primer síntoma de maltrato a una mujer llega mucho antes del insulto o la mano levantada antes de dejarla caer. Ocurre cuando es considerada como algo frágil y estúpido susceptible de ser homogeneizado con la tiranía de la sutileza. También ocurre cuando una mujer ofrece a otra su ayuda para fotografiarla con el logo de un partido político. Y ocurre cuando mujeres que se lucran con un enjambre de asociaciones y normativas miran hacia otro lado cuando la víctima es del otro “bando”. Mujeres que te repiten: “Tú sin mí no eres nada”. Les suena?
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