Malú, una preciosa gatita carey de apenas tres meses se quedó en el mismo sitio donde la dejaron esperando, tal vez, que volvieran a por ella. Cuando los rescatadores la cogieron en brazos, se abrazó a ellos pidiendo mimos y haciendo los movimientos típicos de un cachorro al mamar.
Comentarios
Terrible.
Es lo que pasa cuando dejas de ser ídolo de masas.
Qué hijoputas los de mediaset, tratarla como un juguete roto
No me jodas #0
lo de poner "malú" sin decir que es una gata en el título, no es para llevar a confusión, no...
Una noticia alegre hoy.. me siento mejor.. mas relajado.
Gracias.
(=^_^=) mi gato interior sonrie