Organizaciones contra el tráfico de especies aseguran que España es uno de los estados, junto a Portugal y los países escandinavos, que se oponen a acabar con este mercado. "Todos los mercados legales de marfil –ya sea en Asia o Europa– están alimentando el tráfico ilegal, la caza furtiva y la matanza de animales", según una decena de organizaciones contra el tráfico de especies que mandaron una carta dirigida a todos los ministros de Medio Ambiente de la UE para que acaben con el mercado de este material.