Hace 3 años | Por nereira a elfarodeceuta.es
Publicado hace 3 años por nereira a elfarodeceuta.es

Cualquier lugar se puede convertir, de la noche a la mañana, en el lugar idóneo para resistir. Porque eso es lo que hacen los marroquíes que, tras bordear los espigones fronterizos, deambulan por Ceuta. Viven de la sociedad que les da comida, la misma que les ha repartido mascarillas y la que les da ropa. Intentan escaparse de las batidas que están llevando a cabo las fuerzas de seguridad para trasladarlos a la frontera, en esa suerte de devoluciones sobre las que han colocado su punto de mira las oenegés.

Comentarios

nereira

Resulta llamativo que las celdas que en su día acogieron a los presos, sirvan ahora de refugio para los huidos como parte de esa llamada efectuada por Marruecos en su intento de bloquear Ceuta. Allí dentro duermen, allí se lavan y de ahí salen para buscar la comida que les reparten quienes integran la cadena de solidaridad formada por muchísimas personas atraídas por la necesidad que ven en los llegados a la llamada Frontera Sur de Europa.