Pese a acceder a pagar la hipoteca de la casa e incluso entregarle un cheque de 50.000 euros, la mujer se ha negado a salir de allí. Ella argumenta que, como está acogiendo a niños marroquíes, no puede dejar el domicilio porque considera que se quedarían desprotegidos. Mientras, el matrimonio se ha gastado casi 150.000 euros entre la deuda con el banco y los diferentes gastos que conlleva.
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