El caso de Màxim Huerta debe servirnos para pensar sobre la regeneración política que queremos desde un punto de vista distinto al de la limpieza de las almas. El cambio político más drástico de los últimos años ha sido la absorción de personas de la sociedad civil por parte del aparato político. Desde los círculos de Podemos hasta los topos de la ANC en Cataluña, pasando por los nombramientos de Pedro Sánchez, España vive un cambio profundo en el que ciudadanos reales se cuelan en ese reino de taifa habitualmente vetado a los mortales.
Comentarios
Ya en principio. El Ministerio de Cultura sobra, porque es el Ministerio del Copyright solamente. No he visto, salvo intentar censurar Internet, que haya hecho algo realmente en todas las legislaturas en las que estuvo este, que generalmente coincidían con las del PSOE.
De nuevo, intentar reflejar tus carencias, defectos, en otras personas, generalizando como si todo el mundo hiciese lo mismo. Solo dice de la catadura moral que tienes. Y nadie es perfecto/a, pero hay que saber asumir tus errores.
En sí, como ministro, dudo mucho que hiciese algo más que en perder el tiempo y dinero en perseguir las descargas, en campañas absurdas para defender los privilegios de unos pocos artistas en detrimento de los derechos del resto (incluídos del resto de artistas, claro).
Salu2
Pues yo no creo que tuviera que dimitir por lo de hacienda. Tampoco creo que tuviera que dimitir por sus tweets anteriores. Pero sí creo que cuando salió la noticia, mintió. Mintió diciendo que fue un "cambio de criterio", como si no fuera con él al cosa.
Es distinto, pero me recuerda a lo de Soria. Sacaron la noticia de la empresa en Panamá. Empresa que heredó de su padre pero que no tenía ningún tipo de actividad desde mediados de los 90. El problema para mí no fue ese. El problema fueron las mentiras posteriores.
En ambos casos, si tras salir la noticia hubieran dicho simplemente la verdad, probablemente ninguno de los dos habría tenido que dimitir.