Publicado hace 8 años por enjoyingbreathtaking a elconfidencial.com

Sostenía Bertrand Russell que la historia, y menos la pequeña historia que encierra una legislatura, no es todavía una ciencia, y que si se quiere presentar como si lo fuera, solo puede hacerse con falsificaciones y omisiones. Pero si lo que se pretende es meter a un país en algo tan vaporoso como el producto interior bruto dándole un barniz científico, el resultado puede ser incluso más confuso. Entre otras cosas porque no hay nada más caprichoso que una estadística. Al fin y al cabo, el análisis depende de cuál sea el punto de partida

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Y es que en 2011 el país estaba al borde del rescate y hoy tiene asegurado -salvo catástrofes exteriores o interiores- un crecimiento superior al 2-2,5% durante los próximos dos o tres años.


No es un artículo periodístico, es un panfleto con una recopilación de medias verdades e invenciones varias.

La estadística es una técnica que puede ser muy válida para estudiar la realidad, otra cosa son las cifras de la economía chanante del PP que consiste en modificaciones metodológicas electoralistas continuas e invalidantes.

El problema es que cuando uno tergiversa una estadística por interés electoral esa estadística pasa a ser wishful thinking y, logicamente, pasan a ser numeritos en el aire. Recuperar algunas estadísticas ultramanipuladas por interés partidista del gobierno va a ser difícil porque cuando uno pierde la credibilidad es muy difícil llegar a recuperarla haciendo lo mismo, hay que cambiar, y eso se hace con otra estadística económica que provea de datos reales a los que toman las decisiones. Me refiero por ejemplo a dejar de considerar al PIB como indicador de la salud de una economía.

En estos momentos las cifras alteradas por los cambios de metodología estadística como el crecimiento del PIB, la tasa de paro, o el número de visitas turísticas, entre otras muchas...carecen de total credibilidad ya que estamos comparando huevos de avestruz con gallinas cluecas.

Recuperar la credibilidad estadística va a ser difícil después del periodo Rajoyniano Mariano porque pasa por tener herramientas reales de diagnóstico de la coyuntura económica. Para conseguir esto habría que empezar por limpiar de neoliberalismo acientífico toda la universidad pública al menos porque con historias de Blancanieves y los siete enanitos no se puede diagnosticar la realidad de forma efectiva y así tomar decisiones en conciencia.