La complacencia de una parte de la sociedad, especialmente la opulenta, con los registros del mercado laboral puede mostrar dos cosas. Por un lado, un desconocimiento de cómo analizar estos datos, o una cierta resignación cristiana con la plaga divina que supone tener un país con estas cifras de paro, pero también de actividad y ocupación.
Comentarios
De resignación cristiana nada. Yo me acuerdo de todos los santos todos los días.
No: los corruptos nos llevan a la quiebra.