El aparato estuvo fuera del campo visual del informador durante diez minutos, denuncia. Los Mossos registraron la cámara de un fotoperiodista de la Directa este pasado miércoles por la noche, cuando éste se marchaba del lugar donde se había producido una concentración islamófoba y otra antirracista convocada por UCFR como respuesta. TRADUCCIÓN: #1
En el cruce de las avenidas Ferrocarril y de la Fabregada, los agentes que viajaban en dos vehículos del ARRO, uno de los cuales con matrícula CME 3444, interceptaron un grupo de personas que marchaba del lugar de las concentraciones, entre ellas el fotoperiodista, que se dispuso a grabar los hechos, según ha explicado.
A pesar de mostrar la ficha identificativa del brazalete del Colegio de Periodistas y el DNI, un agente le ordenó que borrara el video. A continuación, le cogió la cámara y se la llevó a un lugar donde el fotoperiodista, explicó, no podía ver cómo el policía la manipulaba. El aparato estuvo unos diez minutos fuera de su campo visual.
El cordón policial cierra el paso a los fotoperiodistas
El fuerte despliegue policial que acordonó la concentración islamófoba, de hecho, dificultó mucho la labor de los fotoperiodistas, a quien la policía impidió acercarse a menos de aproximadamente 50 metros de los concentrados. Sólo cuando estos marchaban se pudieron acercarse a la prensa.
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TRADUCCIÓN: #1
En el cruce de las avenidas Ferrocarril y de la Fabregada, los agentes que viajaban en dos vehículos del ARRO, uno de los cuales con matrícula CME 3444, interceptaron un grupo de personas que marchaba del lugar de las concentraciones, entre ellas el fotoperiodista, que se dispuso a grabar los hechos, según ha explicado.
A pesar de mostrar la ficha identificativa del brazalete del Colegio de Periodistas y el DNI, un agente le ordenó que borrara el video. A continuación, le cogió la cámara y se la llevó a un lugar donde el fotoperiodista, explicó, no podía ver cómo el policía la manipulaba. El aparato estuvo unos diez minutos fuera de su campo visual.
El cordón policial cierra el paso a los fotoperiodistas
El fuerte despliegue policial que acordonó la concentración islamófoba, de hecho, dificultó mucho la labor de los fotoperiodistas, a quien la policía impidió acercarse a menos de aproximadamente 50 metros de los concentrados. Sólo cuando estos marchaban se pudieron acercarse a la prensa.