Hace 10 años | Por Danichaguito a blogs.publico.es
Publicado hace 10 años por Danichaguito a blogs.publico.es

Cuando la realidad es un lugar hostil, las transformaciones profundas son un camino de estabilidad y prudencia. Dejar sin respuesta situaciones conflictivas suele ser más temerario que la búsqueda audaz de soluciones. La democracia española exige audacia en la transformación. El empobrecimiento de las mayorías sociales y las degradaciones políticas la han convertido en un territorio hostil. No es que la nación sea indecente, es que la práctica política y los movimientos económicos de la vida oficial han desembocado en la indecencia.