Glena Duram de 49 años disparó a su esposo Martin Duram de 46 años cinco veces antes de voltear su pistola e intentar suicidarse sin éxito. El loro del marido se quedó repitiendo las últimas palabras de su amo "no dispares, no dispares" y, aunque no compareció en el juicio, ha sido clave para condenar la mujer por homicidio.
Comentarios
Haber hecho esto...
Te tiras meses repitiendo la misma frase al puto loro para que la aprenda, y esta lo consigue a la primera. Va a ser por el método...
Vale, el marido fue asesinado. ¿pero eso como incrimina a la mujer?
Cría
cuervosloros que te sacaran los ojos.The parrot has not been used in court proceedings, though this possibility was initially considered by the prosecutor (negritas mías).
El loro estuvo al loro
Ultimamente los loros están siendo d gran ayuda para resolver crímenes .... la pn debería
El loro se cagó de miedo y pensaba que el siguiente sería él.