En 2022, la reusense Ana Tapias quería comprar un piso en propiedad. Aparentemente, el piso era propiedad de la gestora inmobiliaria Solvia y previamente había estado ocupado. Concertó una visita como cualquier otra —a través de la inmobiliaria Casa 10— y no dudó. Ese mismo día se comprometió a hacer la paga y señal y a tramitar la hipoteca. En julio de ese año firmó la escritura ante notario y, con las llaves en la mano, entró en lo que debía ser su nuevo domicilio. O, mejor dicho, en lo que ella creía que era su domicilio. Así fue durante...
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«Le he llegado a ofrecer dinero para que se vaya, pero dice que es poco»
Que no toquen los huevos, un piso tiene 70 metros cuadrados y el otro 120. Está tasado el de 120 y cobrandl el de 120.
El notario ha hecho correctamente el trabajo pero se han equivocado en varios momentos: En el desalojo, que se tenían que haber dado cuenta que no era su piso, en el momento de enseñarlo, que si tiene 70 metros cuadrados nadie se ha dado cuenta de que tiene mucho más.
Sonese otro piso no fuese de una gestora seguramente habría dos particulares con muy pocos medios afectados. Los compradores y el propietario del piso desalojado y vendido.
Si ni siquiera prestan el servicio de asegurar que los datos son correctos y no te puedes fiar de ellos, que alguien me cuente para qué sirven. Es un estamento privilegiado de la burocracia del siglo XVIII que seguimos pagando. Pero claro, cualquier las quita el chollo.
A mi parecer, y en contra de lo que opina algún otro meneante aquí el notario no tiene culpa alguna, él celebra la compraventa sobre la finca correcta, es Solvia quien ofrece un piso diferente a la compradora, que no tiene culpa alguna del error.
El error no es un simple traspapeleo: una tiene una superficie de 70m2 y la otra casi el doble. Aquí más de uno no ha hecho su trabajo de fijarse en los detalles de lo que se está traspasando.
Confundieron el número de partición de finca con el postal.
Este caso es picaresca española en estado puro. Comprador/vendedor no se quejan para pagar menos tasas al notario y memos impuestos de compraventa, junto con la desidia al comprobar la dirección del biena transferir.
Todos estos errores se traducen es que se han quitado de encima un piso difícil a buen precio. Muy oportuno todo
Ellos son precisamente los que deben interpretar la descripción registral y compararla con la del piso en venta. Es un fallo gordo, ya que las superficies son claramente discordantes.
El notario fue a toda ostia "compra la plaza X" y cuando me dieron la copia leo los lindes y veo que no es la mía y rompimos la escritura.
Aquí tuvo que pasar algo parecido, en los lindes de la escritura y hasta los metros que figuran en ella tenían que haber detectado que no estaban comprando lo que pensaban.
El error de Solvia es brutal y es responsable de todo, el precio también iría acorde con la superficie del inmueble. Ella seguro que se dio cuenta y es posible que por eso comprara tan rápido pero si el mismo comercial de Solvia que le enseña el piso comete el error, ella debió pensar que no se puede cometer un fallo tan burdo.