Hace 6 años | Por xabonda a publico.es
Publicado hace 6 años por xabonda a publico.es

La desidia con una conducción de agua en una obra pública reeditó un vertido de lindano que meses antes llegó a contaminar más de 300 kilómetros de los cauces del Ebro y el Gállego

Comentarios

l

Lo más triste de todo no es que esta gentuza contaminara el río, acuíferos y demás para muchos años y de una manera criminal, saliendo de rositas de los tribunales con apenas una multas. Lo lamentable es recordar cómo la gente del pueblo los defendía e insultaba a aquellos que denunciaron la situación, llegando al punto de agredirles, verbalmente y físicamente. Las personas que les defendieron fueron tildadas de "ecologistas", menospreciadas, insultadas..cuando tan sólo querían justicia y defender el bien común. Actualmente veo comportamientos parecidos con las crecidas del Ebro y con tantas y tantas empresas repugnantes, cuyo mayores valedores son los propios trabajadores, que se ponen un venda y defienden su puesto de trabajo, aunque signifique perderlo más adelante y legar a sus hijos un territorio inhabitable y contaminado para muchas décadas. Puedo acordarme de Aznalcollar y de tantos otros sitio, donde ocurrió algo parecido, los puestos de trabajo se perdieron y la empresa de turno se largó sin pagar. Una vergüenza, que debería hacer reflexionar a todos aquellos que todavía defienden a empresas como estas a cambio de las 30 monedas de turno.


Me quedo con este comentario que deja patente la ignorancia de algunos vecinos los cuales anteponen un puesto de trabajo aunque ello implique la ruina de su entorno.
Por desgracia eso pasa en tantos sitios...por ejemplo en Pontevedra con ese engendro de fábrica de celulosa una ría tan bella convertida en una charca putrefacta. cry