Antonio Martín Audouard hace tiempo que dejó de celebrar las fiestas navideñas. A sus 68 años, con las ideas muy claras y la tranquilidad de saberse una persona “diferente pero sincera y real”, asume que en Navidad no tiene “nada que festejar”. Tiene dos hijos y tres nietos que sí celebran las Navidades. “Me parece bien que lo hagan, yo nunca le he impuesto nada a nadie y, por supuesto, tampoco a mis hijos”, denota con unas palabras llena de respeto y, sobre todo, repletas de humildad.
Comentarios
Hoy, en la gente de Bart
#1 a ver si el raro eres tú.
Son fiestas muy comerciales y actualmente enmarcadas en clave capitalista. Se fomenta el gastar y la abundancia.
Lo que dice el señor sobre las fiestas tiene su parte de razón, hay quien unos días se disfraza de cordero pero durante todo el año es un hijo de fruiti.
Mucha hipocresía florece y ver a estos hipócritas puede generar úlceras emocionales
#2 una recomendación, relajate. No todo el mundo te odia. El comentario al que respondes es normal e algo irónico pero no va contra ti, ni contra Antonio. Que dios le tenga en su gloria por tan buenas palabras, y al editor del periodico por un tema tan necesario para conocer en estas fechas tan señaladas.
Amén, hermano.
#4 bien, recomiendas algo a alguien que no conoces y sobre un tema del que yo tampoco he dado mi opinión, he hablado de la de otros.
Y si no te gusta como me expreso, tomate una tila.
#10 ¿Me estas recomendando a mi lo mismo que te recomiento a ti?
#12 claro, allí donde fueres haz lo que vieres
Gracias, Antonio.
Yo creo que le pasa a bastante gente, al menos a los que somos "de mal gobierno".
Un día te cansas de que te bombardeen con el espíritu navideño y que tengas que estar contento por obligación y, de repente, toda esta parafernalia te empieza a sonar a chino.
Yo cuento mi versión de la historia.
De pequeño crees en el Papá Noél, después dejas de creer en el Papá Noél, finalmente eres el Papá Noel y ahora mismo quiero tener que ver lo menos posible con ese hombre.
Mis hijos son mayores de edad. Me considero agnóstico. La Navidad me parece un evento rodeado de consumismo e hipocresía. Si quitas el consumo, la opulencia extrema en la mesa. Te das cuenta que la Navidad ha dejado de existir hace mucho. Ya que mi padre muriera en Navidad, no es un problema.
Voy a contar otra historia de Navidad.
Este años un compañero X de mi trabajo no tenía que trabajar en Nochebuena, pero su esposa sí. Sus hijos mayores pasan de comer en casa y prefieren otras actividades. Buscó a alguien que quisiera descansar ese día porque no aguantaba solo en casa. Mis compañeros se negaban a cambiar, preferían trabajar antes de aguantar el cuñaismo, etc de la cena de Nochebuena. Sabéis lo guapo que puede ser estar solo en casa, sin perrito que te ladre, sin tener que aguantar las chorradas de algunos.
Para los que le encantan la Navidad. Tenéis mi apoyo. Por mí como si es Navidad todos los meses. Respetando mutuamente
Pues depende de la situación de cada uno, no es lo mismo la Navidad para una familia con hijos pequeños que todo es ilusión y alegría que para alguien que se le ha muerto alguien querido en estas fechas, por el medio hay cientos de situaciones para gustarte o no. Me parece muy bien por Antonio que está hasta la coronilla de las navidades, a mí de momento me gustan por mis hijos.
#7 A mi también me gustaban por mis hijos. Ya son mayores, la cosa cambia. Hoy he tenido un café con mi hijo que estaba viendo un niño jugando en el bar. Apenas se acuerda de los regalos de Navidad. Se acuerda de otras cosas vivencia no materiales de pequeño. Al final los regalos son un momento, pero los recuerdos son otra cosa.
Está tan mal hacer las cosas por el único motivo de que las hace todo el mundo, como dejar de hacerlas por el único motivo de que las hace todo el mundo. Que cada cual le busque a las cosas su propio significado y deje de intentar imponérselo a los demás.
A mí personalmente me gusta la navidad. De pequeño significaba vacaciones, jugar con mis primos, ir al cine, comer turrones, estar levantado hasta muy tarde, y los regalos. Ahora de mayor significa juntar a la familia (en nuestras cenas y comidas está estrictamente prohibido hablar de política, fútbol o religión), hacer dulces y roscones y ver como mi peque disfruta con todo. Y no creo que tenga nada de malo, así como tampoco que te importen un bledo las fiestas. Lo importante es intentar disfrutar del corto tiempo que vamos a estar aquí.
Yo diría lo mismo que Antonio, pero con 6 palabras: Estoy hasta la polla de navidad.