Como ocurre con un invernadero, la energía luminosa del sol que atraviesa la atmósfera es absorbida por la Tierra, que se calienta y emite calor en forma de radiación infrarroja. Parte de esa radiación escapa al espacio exterior, pero otra parte no, pues existe una serie de gases en la atmósfera que se lo impiden: son los llamados gases de efecto invernadero: dióxido de carbono (CO2), vapor de agua, metano (CH4), óxido nitroso, clorofluorocarbonos (CFCs), otros halocarburos y también gases menos importantes. Toda la evidencia científica apunta
Comentarios
Seguro que habrá muchos que lo pondrán en duda debido a la ola de frío y lluvia que tenemos.
Entorno al 99% de la atmósfera está compuesta por N2 y O2, el 0.9% es Ar. Es decir el resto de gases serían el 0.1% restante.
El CO2 es el cuarto gas más abundante con 0.03%, es una concentración muy baja con respecto a los otros y el ser humano de manera directa e indirecta es capaz de influir en la cifra significativa del CO2. Algo que con esas emisiones de CO2 tendría complicado influir hasta en el Ar.