Una técnica de Educación Infantil, que presta servicios para el Ayuntamiento de Oviedo y que sufre un trastorno de personalidad, tendrá que esperar por su incapacidad permanente hasta ver los efectos psíquicos que le provoque su nueva medicación. La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) entiende que la docente, quien padece un cuadro de trastorno depresivo moderado, de personalidad y alteraciones de la conducta alimentaria, «no refleja limitaciones relevantes» después de la exploración llevada a cabo.
Comentarios
Pues el señor juez debía dejar a sus hijos a cargo de esta persona tan cuerda, si tan normal le parece.
Dadme la paguita que estoy muy locaaa
#1 Se de ve empático. Sólo espero no te toque tener un problema de salud grave, como parece el caso, para que veas que esas risas son descorazonadoras.