Por eso, al igual que Unidas Podemos, yo tampoco condeno los disturbios de las manifestaciones que piden la libertad de Hasèl. Por eso y porque estoy harto que me exijan lo que tengo que condenar, lo que es reprochable y lo que es permisible. Herir con armas de fuego a vecinos de Linares es asumible, quemar un contenedor no. Sacarle un ojo con una pelota de goma a una chica en Barcelona es asumible, pero darle patadas a una papelera debe ser condenable. No voy a condenar lo que ellos quieran, cuando ellos quieran y como ellos quieran.
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