¿Cuántas veces nos ha dolido ver un paisaje herido, mutilado? Es una mezcla de vergüenza, impotencia y rabia que produce nuestra cada vez más frustrada relación con la naturaleza y con todo el patrimonio local que demolemos o reemplazamos sin respeto al valor intelectual y emocional que lo levantó. Durante décadas, la violencia del paisaje que desató el feísmo se transmitió como una epidemia por España tapiando nuestros horizontes y el mínimo sentido de armonía a nuestro alrededor. Aunque se contagiaba por incultura, brotó por higiene politi...
Comentarios
#0 ¿No es hora ya de parar el feísmo que devora nuestros paisajes?
¿No es hora ya de parar el feísmo que devora nuest...
elasombrario.com#1 Autodescartada
Podríamos parar la tonterías que tienen algunos y algunas.