“Dos años después de la trágica muerte de Berta Cáceres, que no se haya resuelto el caso y que sus responsables no hayan rendido cuentas ante la justicia transmite el escalofriante mensaje de que se puede matar impunemente a quienes defienden los derechos humanos si éstos se atreven a cuestionar a los poderosos en Honduras”, dijo Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas.
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