Guatemala: "El material volcánico entró por puertas y ventanas. Había mucho calor, no se podía respirar porque hervía", señaló Manuel en un rincón del salón comunal de la Ciudad de Escuintla, 40 km al sur de la capital, habilitado para atender a un grupo de damnificados. Los 272 refugiados en el albergue, de ellos casi la mitad niños, son de diferentes áreas de la aldea El Rodeo, una de las zonas arrasadas por los flujos piroclásticos que descendieron del volcán. "Logramos salir rompiendo láminas, cercos, pasando sobre paredes".
Comentarios
Lo que me parece acojonante, es que en el siglo en que vivimos, aun nos pillen en bragas estas cosas.
No aprendemos, cuando termine el volcan de hacer lo suyo, volveran a edificar en sus alrededores, y a esperar un nuevo "susto" "imprevisto".
#1 Estoy de acuerdo, y no pasa solo en países en vías de desarrollo, también en los del primer mundo. Como ejemplo, esos pueblos del sur de España que tooooodos los veranos se inundan porque las partes nuevas del pueblo están construidas en llanos y cauces secos.
#2 Eso es aun mas divertido, todos los años nos ponen noticias lacrimogenas sobre como las casas, sotanos y garajes estan inundados, gente sacando el agua con escobas.... pero coño, ¿no te lo esperabas? ¿situacion de emergencia? ¿el gobierno local tampoco lo esperaba? en fin....