Sant Jaume es un barrio vibrante y acogedor, sucio y viejo. Fue un callo y aún mantiene su trama urbana; ahora, y desde hace un par de siglos, es un barrio de gitanos catalanes. Son más de tres mil y se sienten desamparados: Menospreciados por las instituciones francesas, y olvidados por los catalanes del sur.
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