A mediados de la década de los setenta Nueva York atraía a diez millones de turistas al año: sus calles llevadas al cine cientos de veces, sus rascacielos y su ambiente cultural eran el reclamo de la primera ciudad del primer país de eso que se llamaba así mismo el mundo libre. Sin embargo los turistas que pisaron alguno de sus aeropuertos en aquel año se encontraron con policías de paisano entregándoles un inquietante folleto con una calavera encapuchada en la portada y un sonoro título: “Bienvenidos a la ciudad del miedo”.
Comentarios
Y por supuesto, lo hizo con la complicidad de los representantes del pueblo soberano; que llevan décadas más preocupados de satisfacer las ansias de los ricos y poderosos que de sus propios votantes.
Y aquí, igual.
Que curioso , lo hace la policía de New York y son unos malos malísimos , lo hacen los Mossos y son unos santos que tienen toda la razón del mundo