La política de Austria se ve nuevamente sacudida por un escándalo de corrupción. Pero esta vez no es sólo el ya maltratado Partido Popular el que ha sido golpeado, sino también su socio menor en el gobierno, los Verdes. Traducción en #1
La política de Austria se ve nuevamente sacudida por un escándalo de corrupción. Pero esta vez no es sólo el ya maltratado Partido Popular el que ha sido golpeado, sino también su socio menor en el gobierno, los Verdes.
En enero de 2020, el mundo todavía estaba bien. Fueron juramentados el entonces canciller, Sebastian Kurz, y el vicecanciller verde, Werner Kogler. Los dos presentan con orgullo su acuerdo de coalición de 300 páginas
Pero también hay un documento secreto con acuerdos supuestamente ilegales. Por ejemplo, que a los Verdes se les permita ocupar altos cargos en empresas estatales. A cambio, aceptan la prohibición del velo para las maestras. Y recortar las pensiones.
La oposición critica principalmente al Partido Verde. "Los Verdes, como partido de limpieza autoproclamado, han perdido mucha credibilidad aquí. Si te pillan vendiendo recortes de pensiones para personas a cambio de puestos y puestos», dijo Jörg Leichtfried, líder de los socialdemócratas.
Beate Meinl-Reisinger, líder del grupo parlamentario Neos, también es dura con los Verdes: “Puede esperar un proceso de licitación abierto y transparente en Austria en 2022, para que pueda encontrar las mejores mentes para un puesto, las mejores mentes para un país. Y nada más según la categoría 'nos pertenece' o algo similar.»
El canciller federal Karl Nehammer se distancia del acuerdo secreto, aunque estaba al tanto. El vicecanciller Kogler se disculpa a medias y de manera prolija. “Según nuestras propias afirmaciones, nos hemos quedado atrás en cuanto a la forma. Estoy de acuerdo. Lo siento por eso también".
Pero en la situación dada en ese momento, el equipo negociador más cercano y él solo decidieron las últimas preguntas abiertas. Él se mantiene firme en eso. "Y los resultados son muy, muy buenos al respecto", dice Kogler.
La fiscalía debe decidir ahora si se presentarán cargos penales contra Kurz y Kogler.
Las personas que no van a buscar fortuna, aguantan poco en política y tienden a abandonar. Pero los corruptos son mayoría y perduran muchos años si no se les descubre.
Es lo malo de la política, los más horados la dejan pronto.
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Traducción:
La política de Austria se ve nuevamente sacudida por un escándalo de corrupción. Pero esta vez no es sólo el ya maltratado Partido Popular el que ha sido golpeado, sino también su socio menor en el gobierno, los Verdes.
En enero de 2020, el mundo todavía estaba bien. Fueron juramentados el entonces canciller, Sebastian Kurz, y el vicecanciller verde, Werner Kogler. Los dos presentan con orgullo su acuerdo de coalición de 300 páginas
Pero también hay un documento secreto con acuerdos supuestamente ilegales. Por ejemplo, que a los Verdes se les permita ocupar altos cargos en empresas estatales. A cambio, aceptan la prohibición del velo para las maestras. Y recortar las pensiones.
La oposición critica principalmente al Partido Verde. "Los Verdes, como partido de limpieza autoproclamado, han perdido mucha credibilidad aquí. Si te pillan vendiendo recortes de pensiones para personas a cambio de puestos y puestos», dijo Jörg Leichtfried, líder de los socialdemócratas.
Beate Meinl-Reisinger, líder del grupo parlamentario Neos, también es dura con los Verdes: “Puede esperar un proceso de licitación abierto y transparente en Austria en 2022, para que pueda encontrar las mejores mentes para un puesto, las mejores mentes para un país. Y nada más según la categoría 'nos pertenece' o algo similar.»
El canciller federal Karl Nehammer se distancia del acuerdo secreto, aunque estaba al tanto. El vicecanciller Kogler se disculpa a medias y de manera prolija. “Según nuestras propias afirmaciones, nos hemos quedado atrás en cuanto a la forma. Estoy de acuerdo. Lo siento por eso también".
Pero en la situación dada en ese momento, el equipo negociador más cercano y él solo decidieron las últimas preguntas abiertas. Él se mantiene firme en eso. "Y los resultados son muy, muy buenos al respecto", dice Kogler.
La fiscalía debe decidir ahora si se presentarán cargos penales contra Kurz y Kogler.
Las personas que no van a buscar fortuna, aguantan poco en política y tienden a abandonar. Pero los corruptos son mayoría y perduran muchos años si no se les descubre.
Es lo malo de la política, los más horados la dejan pronto.
¿No es el verde el color de la voxemia?