Tiene 26 años y durante dos meses sirvió en Sde Teiman, el campo de detención israelí en el desierto del Néguev que se ha convertido en el centro de las denuncias de violaciones de derechos humanos tras alojar a miles de gazatíes desde el inicio de la guerra. Ariel es uno de los decenas de miles de reservistas israelíes llamados a filas desde el 7 de octubre y uno de los que, a las puertas de un nuevo alistamiento obligatorio, se niega a enfundarse de nuevo el uniforme.
Comentarios
Hoy en día las guerras son innecesarias, y se promueven por intereses distintos a defender a un país y a sus habitantes.
Bien por vosotros pero tampoco obviemos que hay un porcentaje preocupante de conciudadanos vuestros que están disfrutando con esto.
#1 A esta gente hay que hacerles un monumento, son la primera línea de frente de la disidencia, los que dicen no, dejan las armas y enfrentan sus consecuencias contra un gobierno tirano y cruel, ya sea en el exilio o en ese infierno de colonia militar. Son valientes que, aún sometidos a muchísima presión social y propaganda, son capaces de anteponer la razón y los principios a todo lo demás. Precisamente porque nadie obvia ese porcentaje preocupante de ciudadanos que están disfrutando del genocidio, lo hace más admirable, porque suma mucho valor a su rebeldía.