Cada vez son más los museos que cubren sus necesidades mediante concurso, eliminando el personal propio que tuvieron en su momento o descartando desde el principio la posibilidad de contratarlo. Y, a la vez que ciertas empresas hacen su agosto, los trabajadores que ellas subcontratan sufren las peores condiciones laborales que se puedan imaginar.
Comentarios
Bienvenidos al club de la precariedad! Quizá cuando todos los trabajadores sean precarios (quedan pocos) nos juntemos en una auténtica lucha.