¿Se imaginan que al fallecer su cónyuge al que dieran por muerto fuera a usted? Esto es lo que le está ocurriendo a ocho personas en la provincia de Valladolid. El caso de la hermana de Purificación Tola, con una discapacidad reconocida, es aún más flagrante. Con su pensión como único ingreso, durante meses ha tenido que pagar la residencia asistencial del que era su marido, el cual finalmente ha fallecido. Tras el triste desenlace, inició los trámites con su seguro para gestionar las últimas voluntades y todas las gestiones correspondientes.
Comentarios
Aquí la noticia es que no sea por culpa del informático.
Ocho vallisoletanos resucitados.