España es el tercer país de la Unión Europea con los recibos de la luz más caros (solo por detrás de Chipre y Malta). Una energía cara penaliza no solo a los consumidores (que nos las vemos y deseamos para afrontar recibos de un bien de primera necesidad, y cuyo precio no para de subir año a año), sino a la competitividad de nuestras empresas, las cuales soportan mayores costes de producción en España, afectando negativamente a la creación de empleo. Por otro lado, las petroleras controlan un mercado con precios también al alza.
Comentarios
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Cansina cansina cansinaaaa
Los gladio a sueldo del régimen,
han visitado la noticia con sus votos negativos.
Espero que les paguen adecuadamente.