Hace 8 años | Por jds a kmcero.es
Publicado hace 8 años por jds a kmcero.es

No será primera, ni la última vez, que un motorista sufre las desavenencias inherentes a un accidente. En este caso, la historia de un piloto es de lo más paradójico: “una grúa provoca la caída del piloto y se niega a auxiliarlo”. Es decir, quien habitualmente se dedica al negocio de socorrer a personas que se les ha averiado el vehículo niegan la asistencia y muestran una absoluta pasividad por prestar a ayuda tras generar un siniestro. Desgraciadamente, no atender a un accidentado es un hecho reprobable, no castigado tal y como marca la ley.

Comentarios

D

Bueno, por muy hideputa que pueda ser el de la grúa, el delito de omisión del deber de socorro exige que la persona que necesite ayuda se encuentre "desamparada y en peligro manifiesto y grave". No parece ser el caso. Podrían tirar más por un delito de lesiones por imprudencia.

Vamos, deduciéndolo de lo poco que cuentan en el artículo.