Esta pandemia global ha dado un nuevo significado a la idea del excepcionalismo estadounidense. A Estados Unidos le está yendo mucho peor que a otros países y asume una parte desproporcionada de la carga de letalidad global. Si bien gran parte de la justificación se ha centrado en la respuesta del gobierno, esto ignora un factor de riesgo significativo: la salud de referencia extremadamente pobre de la población. Casi 3 de cada 4 adultos estadounidenses tienen sobrepeso u obesidad, y la mitad de los adultos tienen diabetes o prediabetes.
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