Actor habitual en los procesos legislativos de la Unión Europea que regulan la actividad económica y comercial de 28 países y 507 millones de ciudadanos, los lobbies están en el punto de mira de numerosas asociaciones y de las instituciones comunitarias.
Actualmente existen problemas de credibilidad en el propio Registro Europeo de Transparencia, una situación ya denunciada por las ONGs en numerosas ocasiones. Dado que éste es un registro voluntario, no existen sanciones, ni control sobre la actividad real de estas empresas que, en principio, deberían revelar sus cifras de negocio y los nombres de sus clientes.
Resulta vergonzoso, la naturalidad con la que se habla de grupos de presión que se reúnen con los políticos para que se promulguen normas que favorezcan a esos grupos. Se pone de manifiesto que en el sistema político representativo la influencia ciudadana en las decisiones políticas es nula. Se impone un cambio de sistema en el que los ciudadanos decidamos directamente los principios normativos por los que queremos regirnos.
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Actualmente existen problemas de credibilidad en el propio Registro Europeo de Transparencia, una situación ya denunciada por las ONGs en numerosas ocasiones. Dado que éste es un registro voluntario, no existen sanciones, ni control sobre la actividad real de estas empresas que, en principio, deberían revelar sus cifras de negocio y los nombres de sus clientes.
Resulta vergonzoso, la naturalidad con la que se habla de grupos de presión que se reúnen con los políticos para que se promulguen normas que favorezcan a esos grupos. Se pone de manifiesto que en el sistema político representativo la influencia ciudadana en las decisiones políticas es nula. Se impone un cambio de sistema en el que los ciudadanos decidamos directamente los principios normativos por los que queremos regirnos.