Lupa y Moka no son perritas al uso, como tampoco lo son sus dueñas, Ana y Eva Arróniz, dos hermanas francoespañolas de 11 y 13 años que sufren diabetes tipo 1 desde la edad de cinco. La enfermedad no les ha impedido asistir al colegio, y lo hacen acompañadas de sus mascotas, entrenadas para alertarlas de cualquier alteración en sus niveles de glucosa. El olfato de las perras lo detecta antes que cualquier sensor.
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