Cuando una compañía minera llegó con la propuesta de convertir en una mina de bauxita el 60% de la isla de Wagina, hace casi una década, la resistencia fue inmediata y decidida. “Yo estuve en un grupo que fue y detuvo físicamente a las máquinas que habían desembarcado en la parte trasera de esta isla”, dice Teuaia Sito, antigua presidente del Consejo de Mujeres Lauru Wagina. “No queremos a la mina, es así de simple”, dice Sito, madre de 10 y abuela de 19. “¿Qué nos traería de bueno la minería?”
Comentarios
Después de lo que le pasó a Nauru hacen bien en mantener lejos a las mineras.
En Colombia toda esta gente habría acabado masacrada a manos del gobierno y sus bandas terroristas paramilitares, y sus herederos condenados por la "justicia" a indemnizar a los asesinos por las molestias causadas.