Mucho se ha escrito, a lo largo de las últimas semanas, de la caída del precio del crudo, pero muy poco del profundo cambio que supone para el llamado mix energético mundial. El precio del petróleo se ha reducido en casi un 50% a lo largo de este año que acaba, arrastrando al gas natural y al carbón. En la práctica, esto significa que las energías fósiles son más baratas, es decir, más atractivas.¿Quién pagará los platos rotos? La respuesta no es difícil de aventurar: quienes compiten con aquellas: las energías renovables.
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Entonces ahora que las renovables va a bajar sus márgenes será el momento para invertir en las mismas, porque cuando las energías fósiles vuelvan a subir de precio nos vamos a cagar todos. Porque volverán a subir. De eso no me cabe duda.
Nadie afirma lo que afirma el artículo, que la bajada de precios del petróleo vaya a durar mucho. Es fácil pensarlo sabiendo como funciona el tema. Destrucción de la oferta más cara, reducción de la producción y recuperación de precios. No hace falta ni que salgamos de la crisis para que suban de nuevo los precios (en 2009 estábamos en una crisis total y los precios se recuperaron desde el crack de 2008).
Hay que tener en cuenta que al haber un elevado nivel de especulación las subidas y bajadas se acentúan respecto a la simple oferta y demanda.